jueves, 26 de agosto de 2010

Como estudiantes críticos de la realidad que nos rodea, sabemos que las cosas no son estáticas y mucho menos inmodificables. Sabemos también que la realidad es una construcción histórica que hacemos los hombres día a día. En un mundo donde las relaciones laborales hegemónicas se basan en la primacía de la eficiencia, la productividad y no tanto el lo humano que tiene el trabajo, es importante ver que otras formas de relacionarnos en el ámbito laboral es posible. Es por eso que reproducimos esta entrevista realizada por estudiantes de RRTT, donde justamente se intenta problematizar sobre otras formas de producción.

La experiencia del cooperativismo:
una mirada a otro modo de producción posible...



Mientras la forma fundamental considerada para organizar el trabajo siga siendo la forma empresarial orientada por la ganancia, seguiremos sin expectativas de que se resuelva el problema de la exclusión y el empobrecimiento de las mayorías urbanas.”
Coraggio, 1999.



En los últimos años se ha incrementado el número de experiencias vinculadas a la Economía Social y Solidaria, como lo son las cooperativas, entre otras. Ahora bien… ¿Qué sabemos al respecto? ¿Por qué las vinculamos a “otro modo” de producción, acumulación, distribución y consumo? ¿Por qué surgen? ¿Cómo se vive este tipo de experiencias? ¿Qué inconvenientes enfrentan? … etc.
Para adentrarnos un poco en el tema, qué mejor que la voz de quienes transitan por estas experiencias… por ello decidimos compartir una entrevistas que realizamos a dos trabajadores, César y Gustavo, de una cooperativa gráfica (Gráfica Patricios, ubicada en el barrio de Barracas)[1] , donde nos cuentan parte de sus propias vivencias.
¿Cómo surgió la cooperativa?
César: Antes estábamos bajo patrones… el tema fue que no nos fueron pagando el sueldo… a mí me llegaron a deber alrededor de un año... a otros compañeros más otros menos, los que más ganaban, más le debían… Hubo un momento en que llegamos a hacer un retiro de $100.- por semana, después de esos $100.- pasaron a $50.- semanales… y dijimos basta… si con cien pesos no llegábamos… con cincuenta menos… entonces dijimos basta, nos plantamos, que nos paguen o que nos echen… hubo una lucha… ya cincuenta o nada, para nosotros ya era lo mismo, estábamos decididos que si no nos pagaban no íbamos a seguir más.
Estuvimos un año nosotros adentro, haciendo tareas de colaboración, cumplíamos los horarios en los sectores para que nos den alguna respuesta, y nos íbamos. Cada uno en su lugar de trabajo… veníamos fichábamos, cumplíamos el horario y nos íbamos, como todos los días.
Hasta que explotó y no hubo más arreglo y cerró; cerró y bueno… nosotros nos quedamos adentro. En medio de lucha con el Gobierno, con el Ministerio, bueno… decidimos formar una cooperativa, ante la negativa de ellos de no pagarnos, la idea de ellos era que nosotros nos cansáramos y nos fuéramos.
Tras la recuperación de la fábrica, ¿Mantenían los mismos clientes? ¿Tuvieron inconvenientes?
C: No, no manteníamos los mismos clientes. Cuando arrancamos no teníamos ningún trabajo, sólo uno que era un diario. Como ese diario tenía máquinas acá y quedó en la expropiación del Gobierno, entonces no se lo pudimos devolver y esa fue una traba para seguir haciéndolo. Después hacíamos segunda mano, pero también teníamos trabas porque el dueño anterior le robaba el papel, la tinta, y entonces después no quiso saber nada.
Y empezamos de cero fuimos a ofrecernos a las gráficas, hicimos un contrato con una gráfica, uh… no teníamos para comprar, no teníamos insumos, lo único que podíamos hacer era encuadernación, así que lo único que poníamos era la mano de obra y hacíamos la impresión.
Se empezó a trabajar así, ellos nos ponían la materia prima, la tinta, la plancha. Este trabajo lo consiguió el presidente que se había postulado, él fue el que iba a ofrecerse a las gráficas y así se logró algunos clientes.
Ya después cuando dejamos de trabajar con estos muchachos que no necesitaban el servicio nuestro, teníamos otros trabajos chicos propios y de otras gráficas. En la actualidad, volvimos a trabajar de vuelta, pero igual fue muy duro.
¿Trabajaste en otros trabajos bajo relación de dependencia antes de estar en la Gráfica? ¿Volverías a trabajar bajo el otro sistema?
C: No volvería a trabajar de la forma anterior. Sí, trabaje mucho en gremio, en dos lugares como este, después hice de todo pero no volvería a como estaba antes.
Uno aprende muchas cosas que uno no sabía, que trabajando bajo patrón ni te imaginabas, estás mirando el reloj para irte. Acá tenés más conocimiento, hablás con más gente, más importante, de otro nivel, nosotros fuimos a La Nación, hablamos con empresarios de toda la vida. Uno nunca se imaginó que íbamos a terminar en esto.
¿Qué diferencias valorás a trabajar bajo patrón?
C: El compañerismo que hay. Acá uno quiere salir a comprar y va y sale.
Lo malo es que es que uno tiene que estar continuamente, es como una almacén vos continuamente tenés que vender porque sino no ganás. Si hay trabajo estás tranquilo, pero si baja el tiraje o pasa algo decís uh…
¿Qué pasa con los que no están de acuerdo con alguna decisión tomada?
C: No, se hace por mayoría, el Concejo decide y el que le cae mal se le explica que es lo que se vota en el Concejo.
¿Todos trabajan la misma cantidad de horas?
C: Sí, casi todos trabajamos la misma cantidad de horas, según la necesidad de cada uno, algunos se quedan más otros se van antes y también es según el trabajo. Si alguno se tiene que ir se va temprano. O también según el trabajo, si no hay nada de trabajo se hace el mantenimiento de máquinas nos quedamos ocho siete horas y nos vamos. Nos ponemos nosotros hacer un mínimo es de ocho horas.
¿Pero no es necesario que cumplan un horario o una cantidad de horas?
C: No no, mayormente nos ponemos nosotros que tenemos que hacer 8 horas.
¿Considera que existen diferencias en la forma de trabajar entre antes que se formara la cooperativa y después?
Gabriel:
Si, es totalmente diferente. Antes era una cuestión empresaria y en el último tiempo los dueños apuntaban al vaciamiento, con lo cual todo se iba poniendo en peores condiciones. La diferencia fundamental es que las metas eran diferentes, antes era hundir la empresa, cerrarla y vaciarla.
¿Hay capacitación en la cooperativa?
G: Esta cooperativa es miembro de una red de cooperativas graficas y uno de los puntos que esta red se propone es la formación de sus miembros, y a través de esta red se dan muchos cursos. Sobre todo esta red esta interesada en que los miembros seamos capacitados en asuntos mas administrativos ya que el oficio es algo que todos, más o menos, conocemos pero no así de esta forma la parte administrativa. Y necesitamos realmente poder capacitarnos es estos otros aspectos, por que los demás talleres capitalistas, con los que competimos, están capacitados en estas tareas. Esto es algo que nos cuesta mucho, aun que reconozcamos que nos hace falta y que debemos hacerlo si o si, ya que los compañeros no quieren hacerse cargo de estas tareas, ya que no les gusta y prefieren seguir haciendo sus trabajos de siempre. Hay que incentivar a los compañeros y hacerles entender que esto nos ayuda a todos. Hoy estamos debatiendo acerca de si debemos formarnos nosotros o contratar a alguien de afuera, pero traer alguien de afuera implicaría pagarle por un salario y no estamos en condiciones, es muy difícil. También creemos que muchas de estas inquietudes aun no pudimos resolverlas por que hace más o menos 5 años que estamos y ciertas cosas son cuestión de tiempo, ya vamos a poder ir resolviéndolas.
¿DeNegritasearía agregar algo o comentarnos algo en especial?
G: Lo que nosotros necesitamos es concientizar a la sociedad de la importancia que tienen las cooperativas ya que hoy en día 15 millones de personas tienen algún contacto con las cooperativas y creemos que esto va a crecer. Además las multinacionales nunca van a poder dar todo el trabajo que dan las cooperativas por que el objetivo de ellas es incorporar cada vez más tecnología y necesitar menos empleados y esto va a determinar que la única opción de trabajo van a ser las fábricas recuperadas, las cooperativas. El sistema ya ha demostrado que a muchas preguntas no puede dar respuesta. Por todo esto es que debemos ponernos de acuerdo sobre qué hacer y llevarlo adelante.

En un primer acercamiento, podemos encontrar algunas de las respuestas a los interrogantes enunciados… pero también cabe preguntarnos, por qué hablamos sobre una cooperativa, por qué nos interesa como relacionistas del trabajo…
La respuesta podría resultarnos obvia, aunque quizá no lo sea… pasamos varios años estudiando la organización del trabajo, al individuo en situación de trabajo, el significado del trabajo, etc., y mal que nos pese, por lo general, se lo suele vincular al ámbito empresarial. Ahora bien, cómo podemos intervenir en espacios que no sean empresariales, ¿no son también aplicables dichos conceptos a los modos de producción alternativos al capitalista?, más aún, teniendo en cuenta el desencadenante principal a estas experiencias, podríamos tener mucha más intervención en la aplicación que en muchos otros tantos trabajos administrativos y burocráticos. Este tipo de economía prioriza al ser social, no escinde al ser económico de su identidad social, genera valores y construye colectivamente, brinda una resignificación del trabajo, entre muchas cosas más, y son estas cosas las que debemos promover como agentes de cambio. Son experiencias que están creciendo, y a las cuales les quedan grandes obstáculos por afrontar, pero no por ello debemos dejar que el general de los estudiantes siga viéndolas como algo ajeno, o frente a lo cual no podemos interesarnos… Reflexionemos, y reinventemos nuestras múltiples prácticas.

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